FRENADESO Noticias 16 de Febrero de 2014
Fecha Domingo, 16 febrero a las 09:18:09
Tema Frenadeso Nacionales



La partidocracia y su política económica
Por; GENARO LÓPEZ
















El 4 de mayo el pueblo saldrá a votar, pero nunca más por lo mismo.

Por Genaro López

Desde los albores de nuestra historia republicana, un pequeño grupo de familias y personas ha controlado el poder económico, político y social del país. A su vez, se han organizado en partidos políticos, para controlar las estructuras de gobierno e impulsar sus proyectos de acrecentamiento de riqueza personal.

El modelo neoliberal, implementado desde finales de los años 70, progresivamente agrava la situación, al reducir al mínimo la intervención estatal en materia económica y social e imponer el libre mercado como el mejor garante del equilibrio institucional y de crecimiento económico.

Se trata de un modelo excluyente en lo económico, político, social y ambiental, por lo que las formas de gobernar son cada vez más antidemocráticas y represivas.

Panamá ha alcanzado en los últimos años altas tasas de crecimiento económico en comparación con la región latinoamericana (en el 2013 el crecimiento del PIB 8.7 %); sin embargo, mantiene altos niveles de pobreza, informalidad laborar, alto costo de la vida, deterioro de la atención de educación y salud, agua potable, recolección de la basura, aguas servidas, transporte público, degradación ambiental, derroche energético, entre otros.

Lo que conlleva a que Panamá ocupe uno de los primeros lugares entre los países con peor distribución de la riqueza a nivel mundial (noveno a nivel mundial, según algunos informes internacionales).

La partidocracia y su política económica son responsables de un millón de panameños que viven en la pobreza; del alto costo de la vida, que favorece a los distribuidores e importadores; de que los asalariados y capas medias paguemos más impuestos; de la informalidad laboral y que por más de 30 años el salario general se mantenga sin aumento; que más de 50 mil niños trabajen; de la violación creciente del derecho de sindicalización; persecución y represión a la dirigencia sindical; que más del 26 % de los estudiantes acuda a escuelas multigrados y que más de 25 mil niños sean atendidos en 200 escuelas ranchos; 40 % de las escuelas oficiales y 32 % de los colegios oficiales del país carecen de agua potable; de la elevada deserción escolar (primaria 3 %, pre-media y media 14 %, educación superior 44 %); 22 % de desnutrición infantil, que en el 2011 se registraron 1,221 defunciones de niños y niñas menores de cinco años, la mayor parte de éstas a causa de enfermedades consideradas prevenibles; que el 35 % de la población que posee agua potable, esta le llega interrumpidamente; más de 100 mil unidades de déficit habitacional; disminución de la producción agropecuaria en los últimos 10 años, más de 71 mil hectáreas; 22 % productos agropecuarios que conforman la canasta básica de alimentos son importados; tercerización de servicios por parte de las multinacionales y grandes empresas del país, que con esta política lesionan las condiciones laborales de los trabajadores.

Es decir, el crecimiento económico está concentrado en pocas manos (105 ultramillonarios), pocas regiones (región metropolitana) y pocas actividades (servicio, comercio, finanzas, importación, construcción). Además, las carencias sociales no justifican el alto endeudamiento público, más de 15 mil millones de dólares, lo que es equivalente a una deuda por cada panameño de más de cuatro mil dólares.

Cada uno de los gobiernos ha prometido resolver los problemas que afectan a las mayorías, pero terminan agravándolos y favoreciendo intereses personales y de grupos de poder. Todo un marco de violación de los derechos humanos.

Frente a la exclusión social, la injusticia y la discriminación, el Frente Amplio por la Democracia (FAD) se compromete a construir una Patria para Todos, centrada en el irrestricto respeto de los derechos humanos, priorización de las necesidades sociales insatisfechas, gestión ética del quehacer público y construcción de real democracia participativa.

Es decir, hacer valer plenamente los derechos humanos y las libertades democráticas. Para ello, se requiere una Asamblea Constituyente Originaria, para barrer la podrida institucionalidad e instaurar una verdadera democracia participativa.

SECRETARIO GENERAL CONUSI-FRENADESO.






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