Hoy, 12 de mayo, se cumple un aniversario más del natalicio número 76 de Guillermo Endara, primer presidente post invasión.

En 1996, luego de asumir el Gobierno el Gobierno del PRD de Ernesto Pérez Balladares, quien sustituyó a Endara, el Director de la Caja de Seguro Social (CSS), era nada menos que Ricardo Martinelli.

Endara acusó a Martinelli de negligencia en las muertes que se produjeron de pacientes de hemodiálisis.  Es decir en aquella época se vivían en la CSS situaciones similares a las de hoy con el ungido de Martinelli como Director de la CSS, Guillermo Sáez Llorens: Corrupción, incapacidad, negligencia, desgreño administrativo, desconocimiento de los derechos laborales y persecución contra los gremios médicos y asociaciones de los trabajadores que producirá una huelga nacional a gran escala partir de este lunes 14 de mayo, con la cual desde ya nos solidarizamos.

La situación descrita, desencadenó en un fuerte enfrentamiento entre Endara y Martinelli.

La carta que aquí reproducimos al respecto muestra el tono de ese violento choque.  Fue publicada en abril de 1996 en el diario El Panamá América, paradójicamente hoy en poder de Ricardo Martinelli.

Más allá de la opinión que podamos tener de esta carta hecha por quien la oligarquía reconoce como un gran “estadista” y “el padre de la democracia”, lo cierto es que cobra actualidad a raíz de los graves escándalos que vivimos y demuestra los niveles de suciedad y podredumbre a los que los partidos tradicionales han conducido la política y las instituciones del país.

En ella podrá comprobar cómo Martinelli, siendo Director de la CSS, envió auditores a la firma de abogados de Endara, tal como en la actualidad hace contra periodistas, medios, sindicatos y empresas de quienes considera sus enemigos políticos.

Nada de extrañar de un personaje que ha impuesto magistrados de la Corte Suprema de Justicia, procuradores títeres, comprado diputados, alcaldes, representantes y partidos políticos, así como busca comprar las elecciones del 2014.

Irónicamente, el Diputado Hernán Delgado pertenecía a la firma de Endara y hoy es en la Asamblea Nacional la punta de lanza de unas reformas electorales que pretenden prolongar a Martinelli en el poder mediante la reelección y la fórmula de la segunda vuelta.

Ya en 1996 Martinelli asomaba las conductas perversas que hoy como Presidente ha seguido mostrando.  La corrupción galopante en el Gobierno, las coimas millonarias, los robos descarados, persecución despiadada contra sus adversarios, los pinchazos, la represión contra el pueblo y la permanente violación de los derechos humanos del pueblo panameño, basta recordar la Masacre de Bocas del Toro y la sucedida este año en el Oriente Chiricano y la Comarca Ngäbe Buglé.

A raíz de la denuncia que se ventila en los tribunales italianos sobre corrupción internacional en el que se haya implicado, Martinelli intenta desviar la atención ciudadana pidiendo públicamente la renuncia del Vicepresidente, Juan Carlos Varela (aunque no sabemos si se trata de una renuncia irrevocable al estilo de José Raúl Mulino, Ministro de Seguridad).

Con tal de mantenerse en el poder no le importa lo que suceda con Panamá.  No le importa, como Nerón, incendiar a Roma.

Por cosas del destino, le correspondió al Gobierno de Martinelli organizar el funeral de Estado de Guillermo Endara sólo 2 meses después de estrenarse.

En su discurso Martinelli dijo de Endara:

"Ganó por amplia mayoría (las elecciones de mayo de 1989), nos sacó de la dictadura, nos devolvió la democracia", destacó. "Hizo una excelente labor, fue un gran político, estadista y me siento a título personal y en nombre del gobierno muy adolorido por este sensible fallecimiento".

Martinelli había demandado penalmente a Endara por calumnia e injuria.  Esta es la hipocresía que caracteriza a los políticos corruptos de nuestro país, a la oligarquía saqueadora y vendepatria.  Mienten descaradamente.

A propósito, hoy, 12 de mayo, Martinelli ha dicho que no hablará de política hasta julio del 2014.  Nadie le cree.  El pasado 23 de abril en entrevista a Telemetro Reporta con la periodista Jenia Nenzen, dijo que no hablaría más del tema de Lavitola y ustedes ya han visto.

Quizás pretenda que hable por él alguien como Salomón Shamah, de quien en su momento dijo “no conozco a ningún paisano judío tan pobre como Shamah” y hoy resulta que este judío colombiano pauta, junto a otros “acaudalados” personajes, una cuña contra Varela, que se difunde insistentemente en los medios televisivos donde se cobra por medio minuto la módica suma de unos 1,500 balboas, así que saque cuenta y pregúntese de dónde sacarán ese dinero.

Sin embargo, no se sorprenda que, pese a todo esto, vean a Martinelli y a Varela abrazados nuevamente.  Ya tenemos antecedentes en las elecciones pasadas.  Les recomendamos visitar: Los Amores y Desamores de los "políticos" criollos http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/17868-video-panam%C3%A1-los-amores-y-desamores-de-los-pol%C3%ADticos-criollos.html y http://www.youtube.com/watch?v=XEKh6l47B3s&

Ellos siempre se ponen de acuerdo, el pueblo es el que se jode.

Por ello, se hace urgente adecentar la política para adecentar este país.  Es imperioso volcar todo  el esfuerzo necesario para lograr la inscripción del Frente Amplio por la Democracia (FAD) como una alternativa decente, patriótica, pluralista y verdaderamente democrática.

Seguidamente la carta de Endara a Martinelli.

Carta de Endara a Martinelli

Señor Ricardo Martinelli

Usted me considera “un ridículo y absurdo”, y usted está en pleno derecho de pensarlo y expresarlo.  Tal es el dogma que los demócratas tenemos que aceptar sin vacilación alguna.

Pues, hoy quiero decirle que igual derecho tengo yo de pensar y expresar lo que pensé ayer y lo que pienso hoy de usted.  Yo pienso hoy como ayer que usted es un homicida, a lo mejor por su imprudencia, pero creo que más bien fue por su dolo característico.  También ayer y hoy pienso que usted está en plena acción de encubrir sus crímenes.

Sin embargo, yo ayer pensaba que usted era un hombre, y que como tal, me iba hacer la pelea, y para ello ya yo estaba preparado, sean cuales fueran las consecuencias.  Hoy, sin embargo, observo con una desilusión, que me cuesta admitir, que así como usted usó de la solución dialítica en sus víctimas, estoy seguro de que está inyectando estrógenos.  Usted es una piltrafa humana, y tengo que decirle que Noriega, en todo su esplendor maléfico, ha quedado como un liliputiense, ante su degradación afeminada.  No quiero ser presumido, pero nadie me discutirá que luche contra Noriega.  No fui el único, ni el más osado, pero de que fui su enemigo, lo fui, y nunca me arrepiento de ello.  Sin embargo, Noriega – a pesar de suspicacias en contrario- fue un hombre.  El nunca se le ocurrió lo que usted hizo hoy, enviar auditores de la Caja de Seguro Social a la firma de abogados Solís, Endara, Delgado y Guevara, a pesa de que en los tiempos de Noriega yo devengaba mi sustento de esa firma.

Tengo casi diez años de no prestar servicios a esa firma, desde el momento que decidí dedicarme a tiempo completo a la lucha contra la dictadura de Noriega, y desde enero de 1989, cuando acepté la candidatura presidencial de oposición, no recibo ingreso alguno de la firma contra la cual usted ha enfilado sus asquerosos propósitos.  Entonces sus auditores no me afectarán con las arbitrariedades que emanen de usted.  Pero, el solo hecho de pensar, que bajo el manto de la Democracia que tantos muertos, sangre, luto y sacrificio nos costó, opera en uno de los más altos cargos, un vil asesino como usted, con métodos peores que los de la dictadura militar, me convence que mi lucha contra su poder perverso debe arreciar.  Seré “ridículo y absurdo”, pero he aprendido a luchar contra la injusticia y no descansaré, de hoy en adelante, para que usted llegue -igual que Noriega- al lugar que le tiene señalado el destino, la cárcel.

Esperaba que peleara como un varón, pero usted ha escogido su propia vía.  Allá usted.

No puedo terminar este mensaje, sin antes pedir disculpas a los homosexuales de Panamá.  Soy testigo que muchos de ellos han sido ejemplo de valentía y coraje.  Ellos bien saben en que sentido he escrito lo anterior sobre el gran maricón de Ricardo Martinelli.

De Endara a Martinelli "Usted es una piltrafa humana"