Frenadeso Panamá
Fecha Martes, 05 julio a las 10:55:34
Tema Frenadeso Nacionales


Escuela de Transfuguismo, los “Agentes Libres” de la politiquería criolla
Asiste este Jueves 7 de julio, Concentración Ministerio Público, 4:00 p.m. Aniversario de la Masacre de Bocas del Toro.







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Los incidentes que se vivieron el pasado 1º de julio en la Asamblea Nacional de Diputados, durante la elección del nuevo Presidente de ese órgano del Estado, han provocado la repulsa generalizada del pueblo.

Si bien es cierto que para el panameño de a pie le importa un bledo quien sea el Presidente de esta despretigiada asamblea, esta vez la magnitud del bochorno que se vivió acaparó la atención de la opinión pública.

Cierto es que esto se debe, en gran medida, a la forma en que los medios explotaron lo que en verdad fue un repugnante acto circense o farandulero. La Prensa tituló un reportaje al respecto así: “Los políticos, la otra farándula criolla”, y señaló:

“Políticos, funcionarios de gobierno, embajadores y empresarios, desfilaron por la alfombra roja legislativa para no perderse detalle de lo que se consideró uno de los eventos más esperados del año: la escogencia del nuevo presidente de la Asamblea, que recayó en Héctor Aparicio. Y la prensa estaba ahí, a la caza de las noticias frescas que generaron los representantes de los tres poderes del Estado”. (La Prensa web, 2 de julio de 2011).

Los periodistas estaban fascinados:

“Unos 80 periodistas de casi todos los medios de comunicación del país, corrían de aquí para allá, esquivando cables, el cuerpo de seguridad de los políticos y de cualquiera que se les cruzara en el camino”. (La Prensa web, 2 de julio de 2011).

“Cada vez que un funcionario ensacado y fuertemente escoltado se bajaba de su camioneta 4x4, la batería de comunicadores activaba sus equipos, cual paparazzis persiguiendo a famosos”. (La Prensa web, 2 de julio de 2011).

Al día siguiente del vergonzoso espectáculo, un grupo de periodistas jugaban un partido de fútbol con Martinelli y sus ministros, el cual fue proyectado ampliamente por los medios de comunicación como parte de los shows mediáticos a los que nos tiene acostumbrado el mandatario de turno. Atrás quedaron las ofensas y la persecución contra los comunicadores sociales por parte de funcionarios del Gobierno de Martinelli que tanto han condenado con dignidad los distintos gremios de periodistas y por lo cual hace unos meses los periodistas abarrotaron las escalinatas de la Corte Suprema de Justicia.

Un leve queme, pero todavía se quieren”

Los hechos del pasado 1º de julio, como advirtió FRENADESO, causaron gran indignación nacional puesto que puso en evidencia ese bajo mundo de intrigas, infidelidades y traiciones en el que conviven los partidos tradicionales.

No se trata de luchas ideológicas ni de defensa de principios. Todos los “políticos” coinciden en que se trata de una “simple pelea entre marido y mujer”, lo que el presidente presenta como “un leve queme, pero todavía se quieren”.

No podíamos esperar otra respuesta de quien le dijo públicamente a su “insígne” Ministra de Educación, tan ponderada por algunos medios, quien supuestamente lucha por elevar el nivel de la educación panameña y transformarla: “Oye Lucy, tu sí hablas babosadas”.

El transfuguismo en la Asamblea de Diputados

Una de las razones que explican los hechos del pasado 1º de julio, es el histórico transfuguismo que se afronta en los partidos tradicionales como la cosa más natural del mundo.

Es más, la Asamblea de Diputados se ha convertido en una especie de Escuela del Transfuguismo. Judas es su insignia.

De hecho, Cambio Democrático de 19 diputados en el 2009, hoy tiene 32 gracias a los chantajes, sobornos y a la compra descarada que ha venido haciendo. Para Martinelli, todo hombre tiene su precio.

Actualmente, de los 71 diputados que existen, al menos 31 de ellos han migrado de otros partidos, y algunos de ellos en varias ocasiones (ver cuadro).

Esto podría ser motivo de vergüenza, pero para nuestros diputados eso no es así. Por el contrario, pareciera ser timbre de orgullo.

Por ejemplo, el Presidente saliente de la Asamblea, José Muñoz, quien durante su carrera política ha estado en unos 4 partidos políticos, se ufanó al respecto:

“Yo he sido el cerebro de eso [transfuguismo] y de muchas cosas, pero siempre pensando en el bienestar del país. Y yo no voy a parar de tratar de conseguir que buenos diputados, buenos alcaldes, buenos representantes quieran unirse a las filas de Cambio Democrático”, anunció Muñoz. (La Prensa 4 de julio de 2011)

“Mientras fue presidente de la Asamblea (de julio de 2010 a junio de 2011), un total de nueve diputados del opositor Partido Revolucionario Democrático (PRD) se inscribieron en CD. También lo hicieron cuatro de Unión Patriótica (partido que solo necesita el visto bueno del Tribunal Electoral para consumar su fusión con CD) y dos que ganaron como “independientes” –Carlos Tito Afú y Yanibel Ábrego”. (La Prensa 4 de julio de 2011)

Muñoz no dijo cuánto dinero invirtió en esa faena.

Y es que los diputados no se mueven por razones ideológicas ni planes de Gobierno ni visión de Nación. Ellos se mueven de acuerdo al interés de mantener privilegios, prebendas y los recursos necesarios para sostener el clientelismo político que los ha llevado a ascender a la curul que ocupan.

En el argot deportivo podrían considerarse como una especie de “agentes libres” que negocian contratos con quienes en ese momento están en el poder y juegan para ellos los 5 años que son Gobierno.

Existen los que no se cambian de tolda política de inmediato, pero negocian y sobresalen por los autogols que meten, como el caso del diputado del supuesto partido de oposición, Partido Popular, Irene Gallego, o los diputados del PRD que ayudaron a Cambio Democrático a hacer el quórum el pasado 1º de julio, luego de sostener conversaciones con el repartidor de pizzas, Giácomo Tamburelli, Director del millonario Programa de Ayuda Nacional (PAN), que es en lo que se convirtió el tristemente célebre Fondo de Inversión Social (FIS), cuyas denuncias de corrupción y peculados aún no han sido ventiladas por los tribunales de justicia.

También existen los diputados que se asemejan mucho a aquellos jugadores que arreglan entre ellos los resultados de los partidos para de esa manera favorecer determinadas apuestas.

Existen otros, como los panameñistas, que prefieren soportar todo tipo de humillaciones antes que abandonar el gobierno, para no perder los puestos, negocios y los cargos que poseen en el servicio exterior.

Y, finalmente, están los que se dejan engullir como ha ocurrido con la absorción del MOLIRENA y Unión Patriótica, por parte de Cambio Democrático, que a la vez se ha convertido en la casa de los tránsfugas.

Además, se espera en este período, nuevos saltos de otros diputados y otras autoridades electas, llámese Alcaldes, Representantes de Corregimientos y figuras de otros partidos, Cambio Democrático (CD).

El Gobierno de Martinelli chantajea abiertamente con la expulsión del gobierno de los panameñistas, con el posible cierre de la Asamblea de perder su control (especie de “fujimorazo” que ha estado abanicando desde los inicios de su Gobierno) o con la destitución de otras autoridades vía trucos legales y fallos de la Corte Suprema (órgano que también controla) principalmente el caso del alcalde capitalino, Bosco Vallarino.

Siendo así, esta situación de deterioro e inmundicia política, combinada con el creciente malestar social que viene incubándose, nos coloca a las puertas de una crisis de grandes magnitudes.

El pueblo ya comienza a preguntarse si Panamá se merece este tipo de políticos.

Cortina de humo

Pero esto shows que proyectan los medios buscan ocultar, cual cortina de humo, los grandes problemas nacionales que estamos vivendo.

Se pretende así adormecer a la opinión pública para que se olvide del alto costo de la vida, de los bajos salarios, de la pobreza, de la red de corrupción en la Caja de Seguro Social (CSS) y la bacteria asesina que está cobrando la vida de un número plural de panameños en diversos centros hospitalarios; de los peculados y sonados escándalos en que están envueltos los altos funcionarios; de los proyectos depredadores del ambiente, de la crisis en salud, en educación, agua potable, transporte, del amplio plan de privatización estatal contenido el proyecto de ley 349 del 27 de abril de 2011, de la inseguridad ciudadana, de las constantes violaciones a los derechos humanos y laborales; del deplorable estado de muchos centros educativos, de la imposición de tratados de libre comercio y los privilegios para las transnacionales y empresarios foraneos en contra de los esfuerzos productivos nacionales; del exorbitante endeudamiento, de la persecución contra la dirigencia magisterial, gremial y sindical, de la impunidad y la falta de justicia y democracia.

Por una ética política real

De manera silenciosa, pero decidida, va surgiendo de las entrañas mismas del pueblo una fuerza verdaderamente independiente que ofrece una nueva moralidad política, sin los despreciables vicios de la politiquería criolla ni el humillante clientelismo político que tanto ofende a los panameños decentes.

Hoy más que nunca, la situación que vivimos plantea la necesidad urgente de estructurar y organizar el Frente Amplio por la Democracia (FAD) en todo el territorio nacional, como única alternativa real a la partidocracia corrupta que impera en Panamá.

Este esfuerzo de humildes panameños, de trabajadores, profesionales, desempleados, campesinos, pueblos originarios, comunidades; micros, pequeños y medianos empresarios; grupos de mujeres, jóvenes, trabajadores por cuenta propia, jubilados, en fin de mujeres y hombres honrados, dignos, con vocación patriótica, democrática y espíritu de lucha, está pasando desapercibido en los medios de comunicación más interesados en los vulgares shows de los políticos faranduleros y su alfombra roja.

Este nuevo esfuerzo busca que podamos vivir en una auténtica democracia, en una democracia de verdad, donde la opinión de todos cuente y se respete cada día y no cada 5 años, donde cada hombre y cada mujer valgan un voto y no donde el voto valga tantos dólares en forma de bloques, sacos de cemento u hojas de zinc. A eso nos tienen acostumbrados la partidocracia y el clientelismo, precisamente para poder manipularnos a su antojo y para sus intereses que no son los de las grandes mayorías ciudadanas.

Nace la Esperanza, una ética política real se impondrá y pronto nuevos aires de libertad y de transformación democrática vendrán para barrer la podredumbre moral en que los políticos tradicionales han hundido las instituciones del Estado, favoreciendo así sus egoistas intereses en contra de los sueños y aspiraciones de todo un pueblo.

 

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