William Hughes (Frenadeso)
Fecha Miércoles, 04 mayo a las 09:18:16
Tema Frenadeso Nacionales


Ultraderecha empresarial compra aumentos de salarios
12 de Mayo Día de Protesta Nacional y Gran Marcha 26 de Mayo.






Ultraderecha empresarial compra aumentos de salarios

WILLIAM HUGHES*
w.hughes@utoronto.ca
 
2011-04-29 En términos generales, el empresario se opone a los aumentos de salarios porque ello aumenta los costos de operación del negocio y reduce su ganancia. Pero, algunos quisieran vivir en el esclavismo, cuando a los trabajadores nada se les pagaba e incluso se les podía vender y matar, porque eran propiedad de a quienes les servía. Les denominamos empresarios de ultraderecha, y son más de los que pensamos.

En este año se debe discutir el salario mínimo y ya hay quienes se adelantan a justificar pírricos aumentos, pese a vivirse una espiral inflacionaria. El viceministro de economía, Frank De Lima, ya afirma que durante el período 1999—2010 el salario mínimo aumentó 168 balboas y que la canasta de alimentos aumentó en 51 balboas. Tal afirmación es ignorancia absoluta. A quienes cuestionamos estas interpretaciones nos agrupa en la oposición política o perteneciente a ‘los sectores radicales’.

No he leído ni escuchado a alguien afirmar tales comparaciones entre salario mínimo y canasta de alimentos. Lo correcto, lo serio, es relacionar los salarios promedios familiares con el costo de la vida, el cual incluye otras categorías, además de la de alimentos, como transporte, educación, salud, vivienda, energía eléctrica, para mencionar algunos. Pero, de Lima no está atacando fantasmas. Adelanta, desde ahora, su posición frente a la discusión que viene en materia del salario mínimo. Pero, analicemos el argumento de De Lima.

Primero, las estadísticas que utiliza de la canasta de alimentos, están equivocadas. No creo que haya sido desconocimiento, porque de ser así, sería cuestionable que aún así tuviera el cargo que ocupa. Hasta 2002 el dato se calculaba en base a las necesidades de una familia de 4.8 personas y desde 2003 este se basa en una familia de 3.84 personas. Obviamente, esto hace que el valor de la canasta de alimentos sea menor. Si se desea comparar los datos con la serie anterior, los cálculos desde 2003 se deben hacer en base a 4.8 personas por familia, o hacer un empalme de índice, cuestión que el viceministro no hace. Ajustando por promedio simple, el aumento en la canasta de alimentos sería de 131.00 balboas desde agosto de 1998, cuando se hizo el ajuste del salario mínimo de la época, hasta enero de 2011. Tres veces la cifra de De Lima. Que un viceministro de Economía cometa semejante equivocación es inaceptable, ya sea que lo haga a conciencia o por ignorancia.

En el caso de los aumentos del salario mínimo ocurre algo parecido. También hay una utilización equivocada de los datos. El cálculo global del salario mínimo debe ser ponderado según la cantidad de trabajadores de salario mínimo que haya por sector económico. En su defecto, debe evaluarse la situación por sector. En el sector agropecuario el aumento fue de 62 balboas en la pequeña empresa y de 87 balboas en la grande, para el período 1999—2009. Este sector, con una cantidad importante de trabajadores con salario mínimo, habría compensado menos de la mitad del aumento de la canasta de alimento. En la pesca aumentó en 121 balboas, en la industria manufacturera en 106 y 152 para la pequeña y gran empresa, respectivamente. En la construcción fue de 130, en el comercio al por menor de 102 y 152 balboas para la pequeña y gran empresa respectivamente. En servicios comunales sociales y personales aumentó en 119 balboas durante todo el período.

Además, en todos los casos los aumentos del salario mínimo fueron inferiores en el interior del país, con excepción del sector de minas y cantera, donde la cantidad de trabajadores es baja. Pero, insistimos, el problema no es sólo el salario mínimo, sino el costo de la vida (no sólo el de alimentos), el cual afecta a todos los asalariados y no sólo aquellos que reciben salario mínimo.

Toda la población con ingresos menores a los 900 balboas mensuales vio reducido su poder adquisitivo con los aumentos del ITBMS al 7%, de la cuota del seguro social, de los precios de los alimentos, la salud, vivienda, educación, transporte, electricidad, y otros gastos necesarios para la existencia. Esto no lo considera el viceministro. En su visión empresarial, De Lima prefiere ofrecer datos falsos a la opinión pública.

Hemos insistido desde hace tiempo en que los funcionarios que descaradamente tratan de engañar a la población, como es el caso, deben ser encarcelados.

*PROFESOR DE ECONOMÍA Y MIEMBRO DEL EQUIPO TÉCNICO DE FRENADESO.









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