El Gobierno de Juan Carlos Varela camina con pasos apresurado a imponer la destrucción de todas las condiciones que hacen la vida saludable. Bajo la filosofía del neoliberalismo ha dado empuje a la llamada coordinación MINSA-CSS, que es cónsono con el TiSA.

El MINSA ha anunciado que a partir del último trimestre del año entra en rigor la inconsulta coordinación MINSA-CSS, que entre otras cosas está dirigida a reducir el aporte del Estado a la salud del pueblo panameño y traspasar a manos privadas la salud. Inician con la externalización de la cirugías cardiovasculares (8.5 millones de dólares a cuatro hospitales privados) continuidad del cuestionado proyecto de Ciudad Hospitalaria (Varela cree que el problema se resuelve cambiando el nombre a Ciudad Salud), cuyo costo estimado es de 1200 millones de dólares y que según expertos no reúne las condiciones técnicas (sin negar los escándalos por sobrecostos), pero que además se llevará el 50 % del presupuesto del Programa de Enfermedad y Maternidad, que conlleva además la demolición de hospitales que pueden ser de especialidades básicas y se centralizan las urgencias y centros de hemodiálisis, ¿qué le queda al resto del país? Y que además albergará al ION. Continua con la disminución del 32 % del presupuesto del MINSA para el año 2016, para fin de año la atención de la población será en las instalaciones de la CSS, desmantelamiento del Hospital de Especialidades Pediátricas (10 000 niños tendrán que pasar al año a ser atendidos en el Hospital del Niño, se desconoce la suerte del personal). Sigue, y así lo demuestra la experiencia latinoamericana, la propuesta neoliberal de Paquetes de Salud, que no es otra cosa que ‘Seguro de los Pobres' con sus famosos ‘copago'.

Según cifras oficiales, el 90 % de la población es atendida por la CSS, el 87 % de los pacientes que se hospitalizan son internados en instalaciones públicas. Esta es la población a la que se le negará el derecho a la salud, para imponer la ‘industria de la salud' (mercantilización ‘principio de ganancia'). Los resultados de Chile y Colombia así lo demuestran. ‘... La cobertura no llegó a ser nunca universal y descendió de 80 % a 64 % de la población. Hoy el 45 % no tiene acceso a los servicios de salud'.

El pueblo debe recordar que este proyecto no es nuevo, todos los Gobiernos y empresarios han ido caminando hacia la negación del derecho de la salud (Recordar PAIIS, Consalud, ANAS, SUS, APP). En todos ellos ha prevalecido la visión del Banco Mundial en torno a que el MINSA sea el ‘órgano rector y planificador de la administración pública de salud, ejerciendo la competencia privativa en todo lo relacionado con las adquisiciones de insumos, instrumental, equipos y otros productos que requieran todas las instituciones públicas de salud, sin excepción'. Se trata de echarle mano al 0.9 % de las cuotas que aportan los trabajadores al Programa de Enfermedad y Maternidad de la CSS, mismas que serán canalizadas por el MINSA, que las dará en concesiones administrativas a la empresa privada.

Este proyecto se enmarca en el TiSA, que busca profundizar la tendencia de acabar con los servicios públicos de salud y convertirlos en un sistema regulado por el mercado. Los ciudadanos serán clientes de un mercado globalizado de la salud. Como dijera el Dr. Fernando Cebamanos: ‘Con esta modalidad el sistema público contará con menos fondos, invertirá menos en instalaciones, personal y equipos. Los fondos de los contribuyentes se transfieren a la atención privada en otro país. Los servicios de salud locales funcionaran como exportadores de salud y serán ‘acreditados' para la atención local, que terminará en centros privados, aumentando la desigualdad en la atención de la salud'.

‘Se roban la plata del pueblo y la despilfarran, y quieren meter otra vez sus sucias manos en el bolsillo de los trabajadores', (Frenadeso).

La ‘ley de la muerte' cabalga de nuevo, y la vamos a enfrentar. Vamos a la lucha en defensa del carácter público-público de la salud y la seguridad social y en la lucha por su calidad, eficiencia y calidez.

*SECRETARIO GENERAL DE CONUSI-FRENADESO.