A 25 AÑOS DE LA INVASION YANQUI

SEGUIMOS EXIGIENDO JUSTICIA

No podemos olvidar que murieron miles de panameños masacrados por la soldadesca yanqui durante la invasión del 20 de diciembre de 1989. Responsables de esa masacre contra el pueblo panameño resultan además del ejército norteamericano, Manuel Antonio Noriega, los militares panameños justos con el PRD, pero también quienes pidieron la invasión, los partidos tradicionales, la llamada cruzada civilista y los grupos de poder económico.

Al conmemorase 25 años de la invasión norteamericana a suelo panameño, el pueblo sigue exigiendo justicia y reclama conocer la cifra real de muertos. Igualmente, condenamos la negativa de los gobiernos que se sucedieron desde el año 2000 hasta la fecha (Endara, Pérez Balladares, Moscoso, Torrijos, Martinelli y el actual Gobierno de Varela), de crear una Comisión de la Verdad que investigue estos hechos de lesa humanidad y declarar el 20 de diciembre, Día de Duelo Nacional; así como su falta de voluntad de exigir con energía la limpieza de las antiguas bases militares y polígonos de tiro.

En estos 25 años todos los gobernantes de turno, se han mantenido entreguistas y vendepatria; es más ha sido desde la embajada norteamericana donde los grupos de poder económico han acatado las directrices del imperio en la definición del nuevo regente del Palacio de las Garzas.

Al respecto el actual gobierno de Juan Carlos Varela, evidencia este sometimiento a Washington y a su política de seguridad en la región donde Panamá juega el papel de tercera frontera, lo que se confirma con los nombramientos de figuras claves en los organismos de represión, como el caso de Omar Pinzón, ex jefe del DIIP (G-2) y representante de Panamá en la Junta Interamericana de Defensa, y de Frank Abrego, confirmado como jefe de SENAFRONT.

Hoy, nuestro pueblo se ve envuelto en una vorágine de denuncias y acusaciones de corrupción de parte de las bandas que integran la mafiocracia (grupos de poder económico y sus partidos políticos y medios de comunicación social) junto con supuestos grupos independientes y algunas “figuras” de la llamada sociedad civil,  que amenazan con desgajar al país.

Estamos frente a una crisis institucional en la que están inmersos todos los órganos del Estado. En ella, tanto acusadores como acusados, así como los investigadores de los delitos y los llamados a impartir justicia, carecen de toda autoridad moral y credibilidad.

Todos han sido cómplice de los robos a las arcas del Estado y de los negociados más escandalosos.  Los sucesivos gobiernos del llamado “periodo democrático” se han confabulado para imponer políticas de hambre, miseria y represión contra el pueblo.  En ellos todos los partidos tradicionales tienen una gran responsabilidad en todos estos desmanes.

Las fraudulentas elecciones del 4 de mayo pasado han evidenciado aún más la podredumbre imperante, ante el clientelismo político y la corrupción.

Esta situación, incluso antes de conocerse su real dimensión, fue el causante de una lluvia de impugnaciones, particularmente contra candidatos oficialistas de ese entonces del Partido Cambio Democrático, lo que provocó que casi una quinta parte de las curules de la Asamblea se hayan mantenido vacantes por casi seis meses, algo que no se sucedía desde las fraudulentas elecciones del 7 de mayo de 1989, las últimas organizadas bajo el régimen militar. Pero los procesos electorales en los circuitos impugnados han dado muestra de los mismos vicios.

Lo que estamos presenciando es la descomposición de un sistema y de unas instituciones que desde hace tiempo enfrentan una severa crisis. 

Ahora quizás mucho entiendan las denuncias que durante todos estos años ha venido haciendo FRENADESO, en el sentido de que hemos sido gobernados por una pandilla de maleantes, es decir por una Mafiocracia que mantiene secuestrada a la Nación.

Para que haya verdadera Justicia, hace falta una Asamblea Constituyente Originaria con plenos poderes, auto convocada por el pueblo, que funda una nueva República de Auténtica Democracia, Soberanía, Justicia Social, Progreso, Desarrollo Sostenible y Bienestar Social.  No se trata de caricaturas de constituyentes ni de nuevos parches a la Constitución.  Se trata de una Asamblea Constituyente Originaria que nos brinde una nueva Constitución donde prevalezcan los intereses de las grandes mayorías.

A 25 AÑOS DE INVASIÓN, EXIGIMOS JUSTICIA

BASTA DE CORRUPCIÓN, IMPUNIDAD Y NEPOTISMO,

CÁRCEL PARA LOS LADRONES DE CUELLO BLANCO

POR UNA CONSTITUYENTE ORIGINARIA

LA PELEA ES PELEANDO

Panamá, diciembre de 2014.

FRENTE NACIONAL POR LA DEFENSA DE LOS DERECHOS ECONÓMICOS Y SOCIALES

FRENADESO

FRENADESO Noticias 20 de Diciembre de 2014