¿Cuándo los comensales engullían los finos platillos de la Noche de Gala de la ACP y bebían el famoso champaña Moët & Chandon y otros costosos licores, en verdad sabían sobre cuántos muertos y sobre cuánta sangre derramada llegaban a reunirse esa noche del Centenario del Canal?

Definitivamente No.  Como tampoco lo entienden los directivos de la ACP que siguen actuando como si manejaran otro enclave, ignorando así la lucha anticolonialista de todo un pueblo.

Mientras celebraban al lado de los familiares de Theodore Roosevelt y Philippe-Jean Bunau-Varilla y los representantes de las familias del Club Unión que siempre se opusieron a la causa nacionalista, marginaron de la celebración a todo un pueblo e ignoraron por completo a los verdaderos héroes y mártires.

Más de 25 mil trabajadores murieron en la construcción del Canal y hoy esas muertes no cesan.  El proyecto de ampliación del Canal suma varias muertes, siendo la última víctima el obrero Eduardo Edwards de 34 años, proveniente de Chiriquí Grande, Bocas del Toro.

Por respeto a sus familiares y compañeros no mostramos la fotografía aterradora de su cuerpo inerte. Allí estaba colgado sin su brazo izquierdo. El hecho se produjo el jueves 28 de agosto, el mismo día del Foro de FRENADESO "100 años del Canal".  Edwards muere cuando se desprende el contrapeso que soportaba la "guindola" donde realizaba su trabajo.

Es decir, otra falla de seguridad, otro homicidio culposo que le suelen llamar accidente de trabajo.

Su compañero Joel Solís de La Chorrera, de sólo 26 años, resultó herido.

Estos son los verdaderos héroes del Canal. Pero ni los que lograron sobrevivir ni sus familiares ni de aquellos que entregaron la vida ante el altar de la Patria tienen importancia para la elite de la ACP ni para el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), mismos que buscan cínicamente culpar a los 12 días de huelga del SUNTRACS, el atraso de 18 meses de la obra.

Solo cuando conquistemos para el pueblo su definitiva independencia, podremos hacerle justicia a estos panameños.