Martinelli espera poner en cintura a los medios de comunicación

Encuentro Nacional de Dirigentes Populares. Coordinadora de Lucha por el Respeto a la Vida y Dignidad del Pueblo, sábado 30 de enero, 8:00 a.m., Auditórium José D. Moscote, Universidad de Panamá.

Hoy, lunes 25 de enero, luego de decirles que producen noticieros “rojos y de pacotilla” sólo por competir por el “vil real y el centavo”, el Presidente sostendrá un almuerzo con los propietarios y directores de medios de comunicación para solicitarles la “cooperación para que se evite la transmisión” de hechos violentos “tan temprano”, como a las 6:00 p.m.,” según indicó el Vicepresidente, Juan Carlos Varela, uno de los nuevos propietarios de RCM, televisora que Martinelli excluyó de sus ataques.

La reunión se dará previa a la salida de Martinelli en su nuevo jet presidencial hacia Honduras para participar este miércoles 27 de enero de la toma de posesión del Presidente espurio, Porfirio Lobo, terminando así de avalar el golpe de Estado de Roberto Micheletti, asonada militar que apoyó desde el principio junto a los gremios empresariales del patio. De allí seguirá rumbo hacia Davos, Suiza.

El encuentro del Ejecutivo con los propietarios de los medios responde a una vieja rutina de los mandatarios. Cada época de crisis o de situaciones adversas para el Gobierno, se celebran estas reuniones para acallar las informaciones que pudieran afectar la imagen de los inquilinos del Palacio de Las Garzas. Estos encuentros también se han desarrollado para programar campañas contra el movimiento popular cuando se producen importantes jornadas de protestas como la crisis de la Caja de Seguro Social, los asesinatos de obreros, o eventos como el referéndum sobre la ampliación del Canal donde los medios llegaron hasta editorializar en favor del Sí y negaron cualquier espacio a los opositores al proyecto. Recordemos las reuniones de los medios con Rubén Arosemena, ex segundo vicepresidente en el Gobierno de Martín Torrijos, donde se acusó a FRENADESO de recibir financiamiento del Gobierno de Venezuela para crear el “caos y la desestabilización” en Panamá. Igual hizo Mireya Moscoso en las jornadas de lucha contra el aumento del pasaje del transporte colectivo.

Ya Martinelli, frente a las denuncias de las compras directas para beneficiar a empresas de allegados y familiares, como la de su hermana en el caso de las camisas bordadas del Gobierno Nacional, insinuó que los medios no tenían autoridad para hablar sobre el tema puesto que se habían dado millones de dólares en compra directa de publicidad a las televisoras y a la prensa.

Pero resulta además que no ha existido nunca un candidato presidencial que antes, durante y después de la campaña electoral haya beneficiado a estos medios y a las agencias publicitarias con cuantiosas sumas de dinero en propaganda. Hoy Martinelli les hecha en cara estos millones de dólares (“los reales y centavos”) con los que aparentemente pretendía comprar el silencio de los medios frente a la incapacidad y a las falsas promesas del Gobierno.

Además, Ricardo Martinelli y su esposa, son miembros de la Junta Directiva de TVN, televisora que ha establecido una alianza con Cable Onda y Medcom para competir por la televisión digital por cable.

En el pasado, Martinelli nunca hizo observaciones a la bochornosa y vergonzosa programación de las cadenas de televisión. Por el contrario, se benefició de los escándalos y del sensacionalismo que se proyectaba, pues ayudaba a vulnerar la imagen de los gobernantes de turno. Gracias a su costosa campaña mediática, considerada altamente negativa y ofensiva, se hizo de la Presidencia de la República.

De estos medios y de sus programas “rojos y de pacotilla”, amarillistas y que trafican con el dolor humano, han salido varios de sus ministros, alcaldes y diputados.

Martinelli no ha podido ocultar su cólera. Cuestiona el manejo que se la ha dado al tema de la inseguridad que como siempre los medios explotan de forma sensacionalista. Señala que es una exageración contradiciendo la realidad y la percepción ciudadana que ratifican las estadísticas. Todas las semanas mueren decenas de panameños de manera cruenta y atroz. Es una cruda realidad que afecta principalmente a los pobres. He allí uno de los mayores fracasos del Gobierno.

Resultan cínicos los comentarios de Martinelli cuando él mismo ha reforzado su seguridad personal ante la denuncia de un complot para secuestrarlo por parte de algunos agentes del Servicio de Protección Institucional (SPI) en asocio con un delincuente de origen puertorriqueño. O esto era verdad o simplemente era parte de otro show mediático a los que nos tiene acostumbrado.

Pero el arrebato de Martinelli también tiene su origen en la difusión de una serie de hechos que han puesto en evidencia sus falsas promesas de cambio. Las compras directas para beneficiar a familiares y amigos, la disminución del salario mínimo en el sector cañero, donde él junto a su Vicepresidente tienen grandes intereses; las denuncias de corrupción y nepotismo; los viajes palaciegos; sus presiones para controlar el Órgano Judicial; la forma en que impuso los magistrados en la Corte Suprema de Justicia y a sus ungidos en la Contraloría General de la República, la Caja de Seguro Social y otras dependencias del Estado; el aumento de la canasta básica familiar; el aumento de los impuestos, de la tarifa eléctrica, del agua, del pasaje, la continuidad de los proyectos mineros, hidroeléctricos y seudo turísticos depredadores del ambiente; las bases militares al servicio de los gringos, su apoyo al régimen golpista en Honduras; la represión contra el pueblo, entre otros hechos, son realidades que no se pueden ocultar.

Se han desatado escándalos que de alguna manera fueron promovidos por él mismo y le han estallado en la cara. El caso de corrupción en el Fondo de Inversión Social (FIS), envuelve tanto a diputados del PRD como de Gobierno, entre los que destacan algunos de sus preferidos (Carlos Afú, por ejemplo) y ahora no sabe cómo manejar esta situación.

Coincidimos con quienes han señalado que para éste y otros casos se hace necesaria una Comisión Investigadora Independiente e Imparcial que llegue al fondo del problema.

El Ministerio Público, cuya Procuradora está en entredicho y sometida a las presiones del Ejecutivo, es incapaz de desarrollar una investigación acerca de cómo fue posible que el Director del FIS, Giacomo Tamburrelli, pagara una auditoría de 55 mil dólares con la que no tuvo conforme por supuestamente desviarse de los propósitos para los que fue contratada, calificando de pasquín el informe por ella entregada, confesando además que esta auditoría fue otorgada en compra directa para beneficiar a un amigo personal y, según el ex contralor, ocultando información a la Contraloría.

Estas son las verdades que han desatado la ira de Ricardo Martinelli.

Martinelli, como los pasados gobiernos, quieren que se le haga creer al pueblo que vivimos como “Alicia en el País de Las Maravillas” Estaremos atentos de los resultados de esta reunión del Presidente con los propietarios y directores de medios de comunicación que tanta críticas hacen a la supuesta violación de la libertad de expresión en otras latitudes.

¿Sabremos hasta donde llegan las amenazas, el chantaje y el soborno? ¿Sabremos qué precio tiene la libertad de prensa y de expresión en Panamá?

Por lo pronto despierta curiosidad saber de qué material están hecho estos estómagos que compartirán un almuerzo después de soportar tantos insultos del convidante. No obstante, sabemos que se trata de unir esfuerzos en defensa de intereses de clases muy definidos y de un sistema en franca descomposición.

¿Cuál será el menú? ¿La paella de Roosvelt “Lito” Tayer, socio del ex Presidente Pérez Balladares arrestado en su domicilio, que el Viernes Santos de 2009 y posteriormente engulló Martinelli, el mismo Toro Balladares y miembros del PRD, del actual Gobierno y otros comensales?