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Frenadeso Noticias 10 de Enero 2012

Frenadeso Nacionales  

VIAJE A COIBA

En busca de los restos de Floyd Britton

 

 

 



El sacerdote Conrado Sanjur nos habla de la visita realizada el pasado 2 de enero a la Isla de Coiba donde fue testigo del desentierro de los restos de un ser humano.  El Presidente del Comité de Familiares de Desaparecidos de Panamá Héctor Gallego (COFADEPA-HG) nos habla de los esfuerzos que se realizan por encontrar los restos de Floyd Britton y demás desaparecidos de la dictadura militar.VIAJE A COIBA



Frenadeso Noticias 10 de Enero 2012


En busca de los restos de Floyd Britton

El lunes pasado, 2 de enero, saliendo de Puerto Mutis a las 9:40 a.m., y haciendo un recorrido en lancha rápida por una hora y cuarenta y cinco minutos, llegamos a la antigua Isla Penal de Coiba, declarada Parque Nacional, actualmente, desde el pasado 28 de diciembre, estación aeronaval. El objetivo: buscar los restos del dirigente social Floyd Britton Morrison, de 32 años, torturado de manera tan salvaje cuando fue remitido a ese penal que le causó la muerte pocos días, el 29 de noviembre de 1969. Britton había sido perseguido, detenido, encerrado en la Cárcel Modelo de El Chorrillo, puesto en libertad, nuevamente detenido y, esta vez, enviado a la Isla Penal de Coiba, donde fue recibido, donde fue recibido en una calle de macabro honor, con una tanda de golpes contundentes, encerrado en una estrecha celda con otros treinta detenidos en donde ni siquiera se podía sentar, de allí enviado al día siguiente a trabajar en un campo, de donde lo regresaron imposibilitado para la faena, maniatado y arrastrado por un caballo, y destrozado lo llevaron a la clínica, donde permaneció una semana sin la menor atención de ninguna índole y en donde estoicamente falleció.

Al amanecer, los responsables del Penal encomendaron a unos cuatro detenidos la tarea de enterrarlo, los cuales mandaron hacer un ataúd en un taller a un costado de la Capilla Nuestra Señora de la Merced en donde depositaron su cuerpo y luego lo cargaron en hombros hasta el cementerio El Marañón (porque a la entrada había un palito de este árbol), a un costado del conjunto de las instalaciones administrativas, lo enterraron y, al final, le rezaron un Padrenuestro y pusieron una pequeña cruz sobre su tumba con el nombre escrito “Floyd Britton Morrison”.

El relato de las circunstancias de la muerte de Britton obedece al testimonio que públicamente, y posteriormente, ante la Fiscalía Auxiliar, rindiera Ubaldino Velásquez, uno de los cuatro enterradores, con la petición de que no dijeran nada porque “les podría pasar lo mismo”. Cuando llegaron al lugar para el entierro ya la fosa estaba abierta, aunque nunca supieron quiénes hicieron el trabajo. Son memorias de hace 42 años.

Velásquez purgó una pena en esta isla, teniendo unos 22 o 23 años de edad, desde el 20 de enero de 1969, y saliendo de ella cuando llegaba a los 30.

Reconoce que le impresionó sobremanera la brutalidad con que se ensañaron con Floyd Britton y la entereza con la que este hombre vivió esta tragedia hasta el último momento. Por eso ha guardado durante tanto tiempo la memoria de ese hecho, queriendo reivindicar su nombre de alguna manera, sobre todo cuando se enteró de la desaparición de su cuerpo. Vio esta oportunidad cuando funcionaba la Comisión de la Verdad pero no le fue posible.

Llegado al cementerio de El Marañón, se fue al lugar preciso y señalo con el dedo: “Aquí es”. Inmediatamente la Fiscal dio la orden de iniciar la excavación, a las 12:45 p.m. y media hora después aparecieron las primeras señales de algo. Se procedió a hacer la excavación completa, recuperando un cuerpo envuelto totalmente, incluso el rostro, con una sabana que pudo haber sido blanca, sobre una colcha de polifon. La camisa era de cuadritos blancos y azules, marca Look, y el pantalón negro o chocolate, con una correa negra de plástico. La tierra en esta región es muy roja. Un detalle curioso: aparecía un collar negro de hilo portando un pequeño crucifijo, una pequeña medalla con la imagen borrosa de, probablemente, un santo, lo mismo que un pequeño caracol.

Se recupero todo el esqueleto y el médico forense organizo los huesos sobre la hierba en un tipo de papel manila, mostrando un tamaño aproximado de un metro con ochenta centímetros.

El hallazgo no concuerda con lo que testigo esperaba, ya que Floyd Britton fue enterrado en un ataúd de madera, nunca envuelto en una sabana ni colocado sobre una especie de colcha de polifon. Agregamos nosotros que el detalle del collar no concuerda con la imagen que se tiene de Floyd.

En todo caso, toca esperar los análisis forenses que tocara hacer a esta osamenta, incluyendo análisis de ADN, para determinar si corresponden o no a la persona de Floyd Britton. De no ser así, estaríamos ante otro hecho criminal, de los muchos, cometidos por el régimen militar de la Dictadura. Tocaría entonces divulgar ampliamente el hecho a fin de que familias, sabiendo que su familiar padre, hijo, hermano, amigo, estaba en Coiba y nunca supieron de el se acerquen a la Fiscalía Auxiliar, o bien al Comité de Familiares de Desaparecidos de Panamá Héctor Gallego, COFADEPA HG, Maritza Maestre 6649=3135, o bien a la Coordinadora Popular de Derechos Humanos de Panamá, COPODEHUPA Conrado Sanjur 6697=0484, para recabar información o proporcionar orientación.

Por otra parte, en torno al caso Floyd Britton, el testigo insiste en que si la osamenta encontrada no pertenecen al desaparecido, sus restos están ciertamente en el lugar que el señalo, pero consideramos nosotros que en esta eventualidad habría que hacer una excavación en un perímetro más amplio, porque algunos detalles de ubicación pudieran haber cambiado. Los familiares de la víctima y el Comité abogarían ante la Fiscalía Auxiliar porque se regresara al lugar con mayor disponibilidad de tiempo, preparación y paciencia.

La delegación de la Fiscalía Auxiliar estuvo presidia por la Fiscal Zuleika Moore, y entre los funcionarios se conto con el Personero Alexis Domínguez, el Médico Forense Cabalino Mendieta, E. Castillo de Fotografía Forense del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, IMELCF, y otros.


Panamá, 4 de enero de 2012.









Enviado el Martes, 10 enero a las 10:39:20 por franckoi
 
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